viernes, 1 de abril de 2011

La Antártida muestra cómo la vida surge en condiciones extremas

La Antártida continúa siendo ese continente inhóspito, pero al mismo tiempo fascinante, al que pertenecen el 10% de las tierras emergidas del planeta, cubiertas en más de un 99% por una capa de hielo de una profundidad media de 2,2 kilómetros y máxima de cinco. Ostenta récords como ser el lugar donde se han registrado la temperatura más baja (-89,2 grados en julio de 1983) y los vientos más intensos (327 kilómetros por hora en julio de 1972). Condiciones extremas tras las que se parapeta un entorno único para el planeta que no pertenece a nadie, sin más población que los investigadores (unos 4.000 en verano y 1.000 en invierno) y los cada vez más numerosos turistas (36.881 en la temporada 2009-2010), según la Asociación Internacional de Tour Operadores Antárticos (IAATO).
"Al contrario de lo que se podría pensar, no es un continente dormido a causa del frío. Se trata de una de las reservas más importantes de biodiversidad marina del planeta". Por poner un ejemplo, se han localizado unas esponjas que pueden medir hasta dos metros de altura y tener cientos de años".
 El continente mide 14 millones de kilómetros cuadrados y contiene el 90% de hielo del mundo y el equivalente al 80% del agua dulce existente. Durante el invierno austral, la superficie del mar se congela y cubre un área de 20 millones de kilómetros cuadrados; el continente duplica así su extensión.

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