Florentijn Hofman, de 36 años, recorre todo el mundo con un singular propósito: soltar los tradicionales patitos de goma en los puertos más importantes, con la particularidad de que estos juguetes de hule miden casi 20 metros de altura.
Esta semana un patito de goma de 16,5 metros de altura está de paso por el Puerto Victoria de Hong Kong (China), aunque éste no es su único destino.Hofman asegura que el patito "traerá más amor y alegría a la ciudad y cambiará la perspectiva del horizonte de Hong Kong. El Puerto Victoria nunca será ya lo mismo". Su teoría es que cuando su arte en forma de juguete de hule "secuestra los espacios públicos" logra cambiar el paisaje característico de sus destinos.
"Quiero interactuar con la gente. Creo grandes obras porque pretendo que la gente las vea", añade Hofman. El holandés afirma sentirse abrumado por el entusiasmo con el que los medios de comunicación suelen recibir su creación.
Su primer patito fue soltado en Francia en 2007, y desde entonces ha visitado ciudades como Sídney, São Paulo o Ámsterdam. En su proyecto actual en Hong Kong utiliza un patito de 16,5 metros, aunque ha llegado a diseñar una versión de 26 metros de altura.
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