Los expertos recomiendan dilatar al máximo la edad de posesión del móvil, no antes de los 12, y establecer normas referentes a espacio, tiempo y usos del teléfono. (Ver: Consejos para padres e hijos)
"Tener un móvil es una cuestión de necesidades y no de edades", explica Guillermo Cánovas, presidente de la organización Protégeles, que aconseja buscar terminales adaptados para cada edad.
Tres de cada cuatro menores de 18 años nunca apaga el móvil. Este comportamiento abre la puerta a recibir llamadas y mensajes durante la noche, lo que puede ser un primer indicador de uso excesivo del móvil que puede derivar en una dependencia.
Los problemas empiezan cuando “cae el rendimiento escolar porque dedica un tiempo excesivo al móvil o a internet, se lleva el teléfono a la cama, duerme mal, aumentan las discusiones dentro de familia, hay un impacto en las rutinas habituales".
Otro apartado importante es la salud.Los niños pueden ser más vulnerables a las radiaciones por no haber completado su desarrollo físico.
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