El popular plato fue inventado por el mayordomo del aristócrata
Montagnu (1718-1792), cuarto Conde de Sandwich. El asistente del Sir no
pasó a la historia, ni bautizó el bocadillo, pero fue este hombre
anónimo quién trató de quitarle el hambre a su señor, gran aficionado a
las cartas y le preparó lo que se convertiría en el plato más universal.
Después de esto cuando se preparaba cualquier refrigerio con dos
pedazos de pan y otros ingredientes se le llamaba sándwich. El lord
estaba tan satisfecho de su invento que hasta cuenta lo mencionó en su
testamento como el mejor legado que dejaba a su país.
A lo largo del tiempo, el famoso bocadillo se internacionalizó y la
cocina universal lo adoptó. Así cada país lo llamó a su manera y le
incluyó los ingredientes típicos.
Emparedados, bocadillos, bocatas, mixtos, smorrgastarta, muchos
nombres que hacen salivar y que cada uno prepara con sus ingredientes
preferidos.
En Argentina, los más conocidos son los pebetes de jamón y queso, el
choripan o los sándwichs de miga; los bolivianos tienen el sándwich de
chola que preparan con carne de cerdo, cebolla, zanahoria y mucha sal;
en Chile tienen el emparedado de tortilla de rescoldo y queso, pernil o
el Yakisoba, en Japón que preparan con fideos fritos o verduras.
En Suecia, el smorgastarta, un pan que lleva paté, salmón ahumado caviar o carnes fritas, según las exigencias del hambriento.
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